martes, 30 de agosto de 2011

Recurring dreams

I can't understand why you insist on appearing in my dreams.
It's been a while since I actually talked to you. It's been a while since I saw you for the last time at the library when I was trying to study and you distracted me with that puppy eye look. 
The more I try to forget you, the more I find myself thinking about you and it makes me sick. Why don't you just disappear for good? Because I know that happy endings have nothing to do with us and when I thought it could be possible I was a complete fool.
So, please, go to anyone else's dream tonight. I've had enough. 

lunes, 29 de agosto de 2011

Anger

Estoy jodidamente rabiosa. 
Estoy harta de la gente que habla sin saber. Que habla como si dentro de su ser tuviera la sabiduría suprema y absoluta. Que habla menospreciando siempre a los demás, porque lo que les pase a los otros siempre son bobadas comparadas con su horrible y complicada vida, en la que les llueven los trabajos y su mayor dilema es si comprarse un coche o irse a dar la vuelta al mundo.
Qué horror de vida, ¿eh? Pero ¿qué saben ésos de no llegar a fin de mes? ¿De no poder salir porque no puedes ni pagarte una cerveza? ¿O de ser siempre el último puto mono sólo por el hecho de vivir más lejos de lo que te gustaría? Y podría seguir porque no estoy segura de que estas preguntas tengan fin.
¿Sería de muy mala persona desear que lo vivieran? Aunque fuera sólo una semana. 
Es que es algo que me quema y me devora por dentro. A todos los jodidos niños ricos tenía que darles la vida una patada bien fuerte en el culo, para que llorasen por algo.


lunes, 22 de agosto de 2011

After spending an evening reading poetry

[...]

Tú eres todo y eres nada.
Todo, si tu voz se enciende.
Nada, si tu voz se apaga.

[...]

Todos morimos de amor, 
queriéndolo o sin quererlo.
Morir no es perder la vida:
morir es perder el tiempo.



                                                      José Bergamín

lunes, 15 de agosto de 2011

Tic-tac

A veces me gustaría que el tiempo pasara mucho más despacio. Como ayer. Como hoy. Ojalá las horas hubieran pasado lentamente. Ojalá se hubieran parado todos los relojes a las diez y media de la mañana. Porque a esa hora el perro de los vecinos había decidido dejar de ladrar, porque podía escuchar perfectamente la música de mi MP3 mientras veía cómo Frodo y Sam seguían adelante con su misión, y además el sol me calentaba la espalda.
Sin embargo, otras veces desearía que las horas durasen lo que dura un parpadeo y los días, un suspiro. Porque hay horas que se hacen muy largas. Porque sé que va a haber horas que se me hagan eternas aunque esté intentando estar entretenida. Pero es que es raro. Aunque no importa, porque, a pesar de que hay quien dice que no tengo paciencia, sé que tengo mucha y no me importa sentarme a esperar mientras juego a ser presidenta de no sé qué club con nombre de letras griegas y preparo el mazo para dar comienzo a la reunión.

Situations VIII

That moment when you get bored of being bored and, suddenly, you realise you can do a lot of things on your own, so turn your creative mode "on" and... everything goes better than expected.

domingo, 7 de agosto de 2011

Lo normal

Los escasos cinco minutos que tardo de mi casa a la parada del autobús han sido más que suficientes para ver que cada día la gente es más rara. Siento no tener pruebas gráficas, pero la cámara de mi móvil no vale pa' na'.
Aunque creo que con una descripción detallada será suficiente. Y sí, voy a criticar, porque me da la gana.
Pero es que ver a un abuelo con pantalón corto, gafas de sol, gorra y coleta, que se va fumando un puro mientras cojea y se estira los dos pares de calcetines que lleva en cada pie –sí, unos hasta la rodilla y otros hasta el tobillo– muy normal no es.
Y que según das la vuelta a la esquina veas a dos chavales con pintas de canis (de esos que se creen los guays del barrio) y que uno de ellos lleve una pistola de juguete de la cual se ve la culata (con un montón de piedrecitas brillantes) asomando por el bolsillo, pues muy normal tampoco es.


Y viendo esto, he recordado cierta conversación que tuvo lugar entre copa y copa, y que tiene mucho que ver.
Porque ¿qué es lo normal?, ¿quién decide lo que es normal y lo que no? y ¿por qué?
De hecho, ¿hay algo o alguien normal? Seguro que lo que para mí es absolutamente normal, para otra mucha gente puede ser lo más raro del mundo. 
Todos tenemos un concepto de normalidad, pero eso no quiere decir que todos tengamos el mismo (¡ni mucho menos!). Así que supongo que para el abuelo de la coleta, sus pintas son  perfectamente normales y seguramente el pobre hombre no entenderá por qué la gente se le quedaba mirando con cara rara. 


Y aunque critique las "anormalidades" ajenas ya sé que muy normal yo tampoco soy. Pero es que si no, qué aburrimiento, ¿no?