Todos los días hay algo que dejas para el día siguiente, presuponiendo así, que al día siguiente te despertarás y vivirás otro día tan normal como otro cualquiera. Siempre te vas a la cama pensando en lo que tienes que hacer mañana. O en lo que vas a hacer en dos semanas. O en un año. En lo que tienes que decirle a Fulanito y en que tienes que escribir a Menganita. En la montaña de folios que tienes por estudiar o en que mañana prepararás macarrones gratinados, porque hace mucho que no los comes y te apetecen.
Nunca te paras a pensar que a lo mejor sería buena idea cenar los macarrones y no esperar. O que igual deberías ponerte a escribir a Menganita ahora mismo, antes de que se te olvide otra vez. O que hoy es un día incluso mejor que mañana para empezar con esos planes de futuro a corto plazo. O que si no lo haces hoy igual mañana ya no tengas la oportunidad.
Carpe diem decían los poetas. Y tenían razón, porque tempus fugit. Y para algunos, por desgracia, su tiempo pasa más rápido de lo que esperaban. Ojalá volvamos a entrenar juntas en la próxima vida.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
X
I
look again
and
she’s still there
living
the life that’s mine.
Hate
the way she behaves,
looking
at me like waiting for a sign.
What
does she want?
Always
wearing that fake smile,
mimicking
me and telling everything’s a lie.
Sometimes
I want to destroy her.
Sometimes
she wants to destroy me.
She
fills me with terror,
that
girl in the mirror.
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