lunes, 3 de junio de 2013

Time is running out

Como decía Amaral, hoy es el principio del final. Se acaba una etapa mal catalogada por la gente como "una gran experiencia" y no me da ninguna pena, la verdad. Queda exactamente un mes y medio aún no sé para qué, excepto para abandonar UK (no para siempre, espero). Y no me importa lo más mínimo. Tres de mis fotos pegadas a la pared con blu-tack se han caído al suelo como si supieran que ya casi es hora de que recoja mis trastos. Es una señal. Seguro.

Todo este tiempo ha dado mucho de sí. O todo lo que puede dar cuando vives en el culo del mundo: gente nueva que me cae mejor que gente que ya conocía; gente nueva que me gusta tan poco como gente que ya conocía; gente a la que conocía y que ahora son unos completos desconocidos que han perdido toda relevancia para mí; y, sobre todo, gente a la que me llevaría en la maleta allá donde fuera. Por otro lado: descubrir que sí sé hablar inglés; descubrir que muchas veces pienso en inglés; descubrir que ya no me da tanto miedo lo desconocido.

Hace unos meses (10 pedazo de meses exactamente) escribí un post en el que hablaba de el reto en particular que esta primera estancia en el exilio supondría. A día de hoy creo que se puede dar por superado y las entradas de Viva Forever lo confirman. Se acaba un reto, empieza otro. 
The beginning in the end, como el capítulo de Bones.