domingo, 22 de mayo de 2011

Silver bullets

Escupir en un post-it las ideas concentradas,
como si de balas se tratasen, directas al corazón
de aquellos a quienes van dirigidas.
O quizás a nadie.
O quizás a todos.
¿Y qué más dará?
Si a nadie realmente le importan las cosas
que se pasan por tu cabeza.
Nadie escucha.
Nadie entiende.
Sonríen y asienten mientras te dan la razón
como si en algún momento te hubieran prestado atención.
¿Y qué más te da?
Si tú tampoco les escuchas.
Si tú tampoco les entiendes.
Si a nadie le importa si alguna de tus balas de plata
tenía como destino su corazón,
porque ya nadie quiere sentir.
Porque somos autómatas de plástico en el país de Mattel.

1 comentario: