Hace un rato que sólo rompe el silencio el ruido del tranvía al pasar bajo la ventana, pero en mi cabeza todavía resuena la voz de Eva diciendo "van como locos, como locos van" y no puedo evitar pensar que tiene razón. Vamos como locos. Hemos venido como locos. Inconscientes pienso yo, a pesar de quien diga que somos valientes. Sería mentira.
Todo vuelve a estar gris al otro lado del cristal y hoy me hace juego con las uñas.
Todo vuelve a estar gris y me recuerda a cuando miraba a través de otro cristal rogando no volver a mirar por él nunca más.
Todo vuelve a estar gris aunque yo ya no este tan gris por dentro.
Todo vuelve a estar gris pero nada más es igual.
Y vuelve a llover y yo sigo sin botas de agua.
Y vuelve a llover, pero lo veo desde el teleférico y no desde una noria.
Y vuelve a llover y, aunque sepa que se me van a mojar los pies, me apetece saltar en los charcos.
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