sábado, 19 de noviembre de 2011

Buscando el anticiclón

Hoy es un sábado asqueroso, de ésos que parecen domingos. Me refiero a ésos domingos en los que no sabes qué hacer con tu vida, y te dedicas a dejar que se vayan escurriendo las horas como si Dalí hubiera pintado tu reloj. 
Y aquí estamos mi culo y yo sin movernos de la silla frente al ordenador, rechazando ofertas para salir de casa, porque realmente no nos apetece salir de fiesta por muy increíble que parezca. Porque es un día borrascoso que me ha quitado las ganas de todo como si fuera un maldito dementor. Y además voy a dejar que siga succionándome un rato. Porque ya que estamos, me apetece dejarme hacer.
Pero que no se confíe, porque sé hacer un patronus, y mañana se va a enterar de lo que vale un peine (si es de los chinos: 60 céntimos), y de que aunque hoy deje que la borrasca nuble el cielo, ya me encargaré de que mañana el anticiclón entre por la ventana (tanto si llueve como si no).

No hay comentarios:

Publicar un comentario