viernes, 8 de mayo de 2015

XXVI

Salía de trabajar
eran las 3 de la mañana.
Todo el día metida en jarana
desde mediodía
para no ganar prácticamente nada.

No te quejes,
que la cosa está muy mala.
¡Encima querrás estar asegurada!
Si es que os quejáis de vicio,
le dijo el niñato pijo.
Para ti no tenemos dinero
ni para que cuiden de mis abuelos,
pero yo me caso en un castillo
decía sacando brillo
al asta de la bandera
de Fuerza Nueva
que el muy cerdo
lleva en la guantera.

Apretaba los dientes
mientras se bajaba del coche
intentando no girarse para
empezar los reproches.
Sigue andando, pensaba.
Que como la líes,
te largan.
Entró al portal rápido,
deseando que el otro se fuera
para poder gritarle mentalmente
¡ojalá te mueras!




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